A
MI
PADRE MUERTO.
Hoy,
he soñado de nuevo contigo,
y
he vuelto a sentir en mi,
la
pena que tu alma proclama
pidiendo
que no te guarde rencor.
Y
!Juro ante Dios, Papá!
que
ya no siento amargor,
solo
quisiera que,
tuviera
un hogar en paz.
Nunca
intentaste amarme,
nunca
diste a mi niñez amor,
pero
daría cualquier cosa
por
borrar todo tu error.
Han
pasado ya cuatro años,
y
en casa la desdicha reina.
!No!
!No puedo olvidar el rencor!
!No!
!No puedo tener anhelos!.
Quisiera
poder decirte,
que
de todo no fuiste culpable,
pues
tengo que comunicarte,
que
tus hijos son iguales.
A
pesar de tus golpes y malos tratos conmigo,
quisiera
poder gritarte: !Pobres hermanos míos!
Los
recuerdos fluyen en mi mente,
las
lágrimas quieren escapar,
cuantos
horrores sufridos,
y
sin embargo, no puedo odiar.
Quisiera
un poco de paz,
un
poco al menos de felicidad,
si
tu ahora lo estás viendo,
notarías
la amargura que me consume por dentro.
El
dolor que siento ahora en mi pecho,
no
es por mi !Juro que no!,
es
por ver como se repite todo
todo
como en un espejo, y están al acecho.
Y
yo grito ¿Por qué?
¿Por
qué no hay un hogar,
calma,
paz o quizá amor?
!Dios
acaba de una vez
con esta maldición!
@ Katy Domínguez Gómez