Aquí
estoy de nuevo, sentada en la misma roca,
pies
descalzos en la fina arena,
aguas
bravas, verdes, azules.. Olas intensas,
cerrando
los ojos, calmando mis penas.
Tenía
el corazón cansado, de añorar tanto tu presencia,
mirando
la lejanía en el mar de mis sueños,
¡Qué
delicia! ¡Estamos juntos de nuevo!.
Las
olas vienen
a la playa,
las
gaviotas hacen su vuelo,
y yo siento dentro de mi la dicha,
¡He encontrado consuelo!.
Quisiera hacer posible,
que el mar bravío estuviera en calma,
que
las gotas de lluvia fina ya no mojaran mi alma,
¡Quisiera
parar el tiempo!
Una
alondra que en el mundo feliz vuela,
baja,
me observa con mirada limpia y tranquila,
rodeada
de montañas y mi querido Mar
sentada
en mi playa de arena fina
La
paz se que pronto ha de llegar.
Pajarillos
volando al atardecer,
alzando
sus vuelos, bajan y suben
picotean las Gaviotas,
“El Manto, que forman las Olas de “Mi mar".
Cogí
la caracola que siempre conmigo llevo,
con
los ojos de mi corazón observo,
miro
lejos y vuelvo a oír
“la
dulce melodía que desde niña canturreo:
Niña,
Dios viene ya a tu encuentro,
buscates
en las rosas los recuerdos,
cuando
la pena caía sobre ti.
Nosotras las “olas”,
regresamos de nuevo,
cumpliendo la promesa,
que te hicimos hace tiempo.
“La nostalgia que invade,
continuamente tu pecho se Irá,
y
a no más tardar,
Vendrá para tí, la Paz de los Cielos.
@ Katy Domínguez Gómez