Unidos ante el Cristo
¡Cuánto te amo cariño!
Encierra esta palabra tanto,
que siento en
mí un encanto,
como si estuviese en mis brazos,
un delicado y precioso niño.
Eres
mí niño,
Grego,
mí vida y mis alegrías,
mis dichas y mis ilusiones,
mí compañero querido.
Siempre seremos felices,
procurar no regañar,
que sea nuestro único lema,
la felicidad y el verbo amar.
¿Te
acuerdas?
Anoche me diste un beso,
delante del Cristo del Pardo,
que nos
da su comprensión.
Que nos una siempre ese beso,
llenándonos de amor y paz,
que cuando le recordemos,
la
dicha no nos ha de abandonar.
Santo Rostro del Cristo del Pardo,
bendice nuestra unión ante tus ojos,
ya que ante la Ley de los hombres
mí amor, lo tienen prohibido.
@ Katy Domínguez Gómez