MI HIJO AMADO PERDIDO

 

 

Se que quizá no entiendas,

 lo que ahora te explicaré

por medio de este poema,

yo siempre sé te querré.

   

Carne de nuestra Carne,

amor de nuestra pasión,

ilusión de mis ilusiones,

otro Grego, mí amor.

   

Durante este último mes,

 yo me sentí realizada,

los tragos malos pasé  

y sólo sabía decirme:  

!Lucharé por este fruto  

hijo de nuestro ser!.

   

Y  ya  no me importaba el mundo

 ya no el que dirán,  

ya llevaba en mis entrañas,  

mi mas querido edén. 

 

Yo le hablaba, ¿sabes Grego?

 y le decía muy bajito:

Pequeñín, no te preocupes,

 que tu padre te amará,

 y los dos sacaremos fuerzas,

 que solo Dios comprenderá."

   

Solos  Tú y yo, !Que digo!, !Que va!,

 si mi hombre y tu padre,

 que engendran un mismo ser,

 estará siempre con nosotros,

y nos ha de proteger.

   

El me amará como nunca,  

a ti comenzará a querer

y formaremos un trío,

unidos siempre los TRES. 

 

Sé que tu hijo serás,

 y notarás como te querrá,

cuando te conozca y vea,

 como creces,

 como  aprendes a llamarle  enseguida "Papa".

   

No me engaño pequeñín,

 vendrás a este mundo

envuelto en pañales de seda,

seda tejida de amor.  

   

Yo te contaré bellas historias,

 cuando a papá no veas,

  para que siempre le tengas,

dentro de tu corazón.

 

Para que cuando tu padre no esté,

sin su presencia te críes,

hermoso, sano, deseando siempre

 volverle a ver.

 

 

Porque tu querrás a tu padre,

 tanto o quizá mas que a mi,

para que siempre comprendas,

lo que hace mucho tiempo

en vida le di.  

 

  Te quiero tanto pequeñín,

 que yo no podría vivir,

sin pensar en un futuro

que a El,  le viera en Ti.

   

Pues tu tendrás su amado rostro,

 su cuerpo, su corazón,

para que cuando él no esté,

 te vea reflejado en él.  

   

Tienes que ser espejo,

 espejo de ilusión,

tienes que tener sus ojos

llenos y bellos de amor.

 

 Tienes que tener el alma limpia,

 llena de sencillez y paz,

tienes que llegar a quererme,

!Tanto, tanto, como me quiere él!.

   

!Soy feliz, hijito mío,!

sé que ya soy una mujer

y para cuando tu vengas

ya te estaré esperando.

 para darte mí querer.

   

Pero ya todo acabó,

la esperanza se acaba de matar,

pues el fruto tanto soñado,

 me acaba de dejar.

   

!Ya no hay nada!

 !No te siento, te has ido!

!No has dejado que te bese!

!No has dejado que te vea!

 ¡No has dejado ni un trocito!

!Sé que te has desvanecido!.  

 

Te has llevado tras de ti,

 las penas y las alegrías,

los llantos y las risas

antes de enseñarte a ver.

 

! YA NO DIRAS "PAPA"!

! YA NO DIRAS "MAMA" !

Tu pequeño fruto mío,

ya no nos verás.

@ Katy Domínguez Gómez