¡DIOS
MÍO!
¡Dios
mío, te amo!
Y
sé que no dejaré de hacerlo,
los
pecados que cometo
quedarán
borrados por completo,
después
de recibir los Sacramentos.
Es
tan grande esta agonía,
tan
infinito el sufrimiento,
que
el paso que he dado,
quizá
no podré continuarlo.
Esta
cruel vida, tendrá un final,
pero
mientras tanto,
¿sabes
quien me cuidará?
Es pura casualidad,
¿EL
destino tal vez?
La
injusticia en el mundo, nunca acabará,
a
veces la duda da que pensar,
y
crees que nunca llegarás.
Esa
es la verdad, que la vida encierra,
que
buscas para encontrar,
¡Díos mío, hazme confiar!.
@
Katy Domínguez Gómez