“ESCRIBENOS
UN POEMA”
PARA
RICARDO
Y Mª. Luisa
Hace
tres meses, al atardecer,
Paseando
por nuestra playa,
Pisando
nuestra arena fina,
El
mar estaba en calma.
No
sé como se inició,
O
quizá fueron las simples frases,
¿Dónde
has encontrado ese lindo caracol?..
justo
donde empezó nuestra conversación.
Nuestra
pequeña perrita enseguida les gustó,
Él
seguía sus juegos,
En
sus ojos se reflejaba amor.
Luego
vino otra frase que Mª. Luisa tarareó:
“Tú
tendrás caracoles de mis huertos”,
y
a las dos semanas sucedió,
no
solo trajo una ración,
sino
un saco completo.
¡Me
alucinó!.
La
amistad nació
Como
el lugar y el momento,
Ella
lo demostró a los pocos días,
Cuando
preocupada me llamó,
Después
que me alejé,
De
mi casita de madera querida.
Se
llaman: Mª. Luisa y Ricardo,
Como
cristales transparentes,
Resplandecen
sus ternuras,
Su
casa tiene los aromas,
De
las flores, azucenas y rosas.
Son
personas de una inmensa grandeza,
Exquisita
combinación de amor,
Donde
reina la nobleza
Sus
corazones nos demuestran su belleza.
Nos
han mostrado su cariño y comprensión,
Lo
que más vale para nuestro corazón,
Pasar
unas horas con ellos,
Vale
más que otra emoción.
Desde
que saben nuestro duelo,
Muestras
su preocupación,
No
entienden como nosotros,
Por
qué nos están destrozando nuestra ilusión?.
Cuando
después de comer,
Aturdidos,
amargados, pero callados,
La
voz de Ricardo sonó como una bella melodía:
“Yo
tengo y puedo dejaros,
un
verde, pero pequeño prado,
donde
podéis poner vuestra linda casita,
y
así nunca nadie podrá echaros”.
Grego
y yo nos miramos sorprendidos,
Maravillados
y extasiados,
Contemplando
aquel rostro
Por
nosotros preocupados.
Esa
ofrenda fue un tesoro,
El
mayor que nos han dado,
Pues
no era el prado en ese momento,
Sino
el regalo de las palabras de Ricardo.
No
tiene precio, ni medida,
Lo
mismo hizo unos días después Mª. Luisa,
Al
enseñarnos sus prados en Langre,
Asomando
de nuevo a nuestros labios sonrisas.
A
veces no sé escribir,
Todo
lo que mi corazón me dicta,
Me
gustaría ser ahora mismo la mejor poeta,
Para
poder reflejar en líneas escritas,
“Es
un orgullo conocer personas,
con
vuestra gran belleza”
Los
Tesoros mejor guardados,
Suelen
estar en grandes arcones,
Pero
los vuestros relucen,
Cuando
os asomáis a los balcones.
Dicen:
que cuando Dios cierra una puerta,
Abre
otras grandes e inmensas,
Quizá
en esta ocasión lo ocurrido,
Ha
motivado nos abráis la vuestra.
En
estos días duros de perder nuestra casita,
Porque
por encima de todo está nuestra perrita,
Aunque
no podamos hacer,
El
uso de vuestra maravillosa ofrenda,
Nos
habéis demostrado con hechos,
Que
estáis con nuestras penas.
Hay
muchos senderos donde caminar,
Hay
grandes curvas donde girar,
Hay
maravillosos paisajes donde mirar,
Pero
lo mejor de todo:
Esperamos
y deseamos
Tener
siempre vuestro cariño y amistad.
@
Katy Domínguez Gómez
6
de Septiembre de 2002
Isla-Santander-Cantabria
|